jueves, 7 de agosto de 2014

SUBE A LA MONTAÑA

Jabés fue el más destacado de sus hermanos. Su madre lo llamó Jabés, porque dijo: «Yo lo di a luz con dolor.» Y Jabés invocó al Dios de Israel. Dijo: «¡Cómo quisiera que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo y que me libres del mal, para que no sufra yo ningún daño!» Y Dios le concedió lo que pidió. 1 Crónicas 4:9-10

Tal vez estas pasando por momentos difíciles en tu vida, quizás estas en alguna prueba o tienes enemigos acechándote por doquier, quizás en ese momento no puedas salir de tu casa, por temor a lo que te pueda pasar, pero ahora te digo... necesitas alzar tus ojos a los montes, ya que en el monte esta tu respuesta, el salmista David sabía que solo del cielo podría venir su respuesta.

La MONTAÑA es tipo y figura de la subir a la Presencia de Dios, en sentido espiritual significa, estar en soledad, en la tranquilidad, y en el acercamiento y/o en intimidad con el Señor.

Hermano y amigo, hay momentos de nuestra vida, que tú y yo necesitamos subir la montaña de Dios, porque en la montaña siempre está tu respuesta, cuando aprendemos a subir la montaña sucederá que nuestra vida será transformada por el poder de Dios porque en la montaña esta Dios.

Buscando en las alturas, “Poned la mira en las cosas de arriba” y no en las de la tierra; “Alzara tus ojos a los montes, y mira de donde viene tu socorro, tu socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra”.

Dios hace Pacto contigo.
Si estas alegre por las cosas que Dios ha hecho en tu vida, eso no es nada, Dios hará cosa tremenda contigo, si tan solo subes a la montaña y le crees.

Cuando más tiempo pases con Dios en la montaña, tu rostro va a resplandecer de la gloria de Dios, y la misma gente va a ver en tu vida la gloria de Dios. Seamos la diferencia, muestra con tu vida la gloria de Dios, muestra con tu testimonio la gloria de Dios, y para lograr eso debes de estar en la montaña, porque en la montaña esta Dios.
No importa cuánto dures en subir la montaña, o cuanto te cueste, lo que importa es que en la montaña recibirás tu respuesta, Dios te levantara, te sanara, te libertara, te ungirá, te santificara, te limpiara, porque Dios está arriba en las alturas, de arriba vendrá tu respuesta, no de aquí en la tierra.

Sube a la montaña… y empieza a ensanchar tu tienda para las bendiciones que Dios tiene para ti.

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