El día de hoy me levanto el Espíritu de Dios con esta reflexión que se encuentra en Marcos 1.8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Como todo profeta, Juan recibió la revelación el conocía perfectamente el tiempo en que seriamos sellados con el Espíritu Santo los que aceptáramos a Jesucristo como Señor y Salvador.
Hoy por hoy el ser bautizados con el Espíritu Santo es el sello que nos identifica como pueblo de Dios, el Espíritu Santo no lo recibimos al momento de creer porque incluso los demonios creen (Santiago 2.19) sino que esto pasa después de que Jesus es glorificado, es cuando viene el cumplimiento de la profecía de Joel 2.28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones; teniendo la evidencia de este cumplimiento en la fiesta de Pentecostés (Hechos 2) después de las instrucciones que Jesus les dio antes de ascender al cielo como lo narra Hechos 1.5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
El profeta Isaías, conocido como el profeta de los evangelios, también dice en Isaías 44.3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;
Amados en la actualidad El Espíritu Santo tiene tres propósitos con la iglesia:
1.- Revestirnos con poder (Hechos 1.8)
2.- Confirmar nuestra identidad como discípulos de Jesucristo y,
3.- Darnos un impulso para salir en medio de las dificultades.
A todos mis hermanos y a todos aquellos que tengan sed, o que su vida este como ríos secos o como tierra árida, les ánimo para que busquemos con pasión el ser bautizados con Espíritu Santo y fuego, esta generación está pasando por una visitación poderosa de Dios y de su Gloria.
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